Video Giancarlo del Monaco:

“La Vida Breve” – Teatro de la Zarzuela, Madrid – Ottobre 2020
Direttore, Miguel Ángel Gómez-Martínez
Regia, Giancarlo del Monaco
Scene, Giancarlo del Monaco
Costumi, Jesus Ruiz
Disegno luci, Vinicio Cheli
Orchestra della comunità di Madrid
Coro del Teatro de la Zarzuela
Direttore Coro, Antonio Fauró

Salud: Ainhoa Arteta/Virginia Tola
Paco: Jorge de León/Francesco Pio Galasso
Abuela: María Luisa Corbacho
Tío Sarvaó: Rubén Amoretti
Carmela: Anna Gomà
Manuel: Gerardo Bullón
La voz de la fragua: Gustavo Peña
Cantaor: Jesús Méndez
Manuel de Falla: Carlos Hipólito

Produzione del « Palau de les Arts Reina Sofía », Valencia, Spagna (2010)

 

« La Vida Breve » e « La Tempranica », Teatro de la Zarzuela, Madrid, Ottobre 2020

“La firmaba Giancarlo del Monaco. Es, reducida y con algunos cambios, la que el viernes abrió la temporada del Teatro de la Zarzuela junto a «La Tempranica». Hay cambios lógicos debidos a la pandemia y algún otro, quizá innecesario que posiblemente solo sirva para echar la sal de la polémica. No es nueva, ni desacertada, la alusión al mundo taurino con la forma en que Paco torea a Salud, sí es discutible la masturbación de ella. El espectáculo, en cualquier caso, es formidable. La lástima es que «Tempranica» y «Vida breve» no se ofrezcan juntas, porque del Monaco ha logrado una simbiosis que parecía imposible dado el estaticismo de la partitura de Gerónimo Giménez. Una crítica con ganas de un titular llamativo podría rezar «Los rojos toman la Zarzuela». Realmente, quien toma el teatro es el color rojo, referencia en ambos espectáculos. Sin embargo, tampoco ha de olvidarse del negro. Posiblemente, le habría encantado a Stendhal, gran amante de la ópera, por aquello del «Rojo y negro». También a Goya, porque el negro trae a la memoria las pinturas de su célebre periodo goyesco. 

Pero hay otro factor tan importante o aún más: el impagable trabajo que ha realizado Miguel Ángel Gómez Martínez. No en el foso, que también, sino al lograr reducir la amplia plantilla orquestal a menos de veinticinco atriles y el coro a apenas diecisiete, de forma que el conjunto sonoro no pierda enjundia. Al ser una obra tan corta y exigir amplios elementos orquestales y corales, ve limitada sus posibilidades de representación en muchos teatros y, sobre todo, en el extranjero. Con esta reducción se podrá ampliar su difusión, de forma que «La vida breve» pueda tener una vida considerablemente más amplia y larga.”

Gonzalo Alonso – La Razón 3/10/2020